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viernes, 15 de diciembre de 2017

ESPAÑA : ALONSO LUGO.....“Cuando pierdo una paloma estoy dos días que no levanto cabeza”

“Cuando pierdo una paloma estoy dos días que no levanto cabeza”
/.....La Palma Ahora.

Alonso Lugo lleva más de medio siglo practicando la colombofilia, una afición de gran arraigo en La Palma que él vive con verdadera pasión. Es uno de los tres socios de honor que hay en España de la Federación Cubana de Colombofilia, distinción que conlleva “entrada diplomática” en la isla caribeña. Confiesa que estas aves "lo han sido prácticamente todo en mi vida".
  
Si pierde una paloma en ruta está dos días que “no levanto cabeza, y hasta se que quitan las ganas de comer y dormir”. Alonso Lugo lleva la colombofilia en la sangre –es una herencia familiar- y la vive con verdadera pasión. “Tengo palomas desde los 8 años y ya he cumplido 60, así que practico este deporte desde hace más de medio siglo”, ha recordado a LA PALMA AHORA en su palomar, en la azotea de un céntrico inmueble de la Calle Real de Santa Cruz de La Palma. 

“Cuando este edificio, que es de la familia, tenía solo las estructuras, yo, que era un niño, ya había construido el palomar y subía, sin ascensor ni nada, con los sacos de comida para atender a los animales”, relata este veterano colombófilo, que durante más de 30 años fue presidente del Club Centro Colombófilo de Santa Cruz de La Palma y máximo responsable, durante otra etapa, de la Federación Insular de Colombofilia. “Estoy jubilado y he dado paso a otras personas; ahora me dedico a disfrutar más de las palomas y de mi familia”, dice.

No concibe la vida sin palomas y confiesa que “lo han sido para mí prácticamente todo; gracias a ellas he superado muchísimas problemas y contrariedades que te surgen en la vida; son mi psiquiatra, mi psicólogo, una terapia tremenda; yo me siento aquí, las observo mientras comen, y ya no pienso en otra cosa, y si por las noches no puedo dormir porque algo me preocupa, pienso en las palomas y me quedo frito; la colombofilia es un mundo, una cultura”, asegura.

Alonso Lugo no se apartó de las palomas ni en el servicio militar, que realizó en Zaragoza en 1976. Logró un cambio de destino y su ingreso en la Unidad de Transmisiones. “Me quitaron los rombos de infantería y me pusieron los de ingeniero, con galones de palomero, y para mí se acabó el cuartel, porque todo lo que hice fue maniobras con las palomas, y hasta me licenciaron tres meses antes, me dieron una placa y me nombraron soldado distinguido del reemplazo por las palomas mensajeras”, rememora.

En total, este colombófilo tiene unas 150 palomas “para volar” y 12 parejas reproductoras. A todas las llama por su nombre y las distingue por las tonalidades del plumaje o por el tamaño del cuerpo o de la cabeza. De muchas de ellas, incluso, se sabe el número de anilla. Las razas que predominan en su palomar son Stasart, de Cuba; Sion, de Francia, y Jan Arden, de Holanda.


En Europa, la colombofilia “es un deporte elitista, de gente muy pudiente”, señala. “Holanda ha superado a Bélgica, porque los holandeses están muy formados y son muy competitivos, muy trabajadores”. En cambio, en Canarias, subraya Lugo, “como dijo un colombófilo famoso, Pedro Perera, es un deporte de ricos practicado por pobres”. “Con 30 euros al mes se puede mantener un palomar”, afirma. 

Estas aves precisan, además de unos exquisitos cuidados, una buena alimentación a base de cereales, complementos vitamínicos, vacunas y medicación para combatir distintas enfermedades o evitar contagios en viajes. “Una buena paloma mensajera de nivel no tiene precio; los pichones normales se venden sobre los 100 euros, pero una paloma contrastada, de elite, se monta en mucho más de 12.000 euros”, resalta.


En los últimos tiempos “la afición a la colombofilia ha mermado algo, ahora hay muy poco relevo generacional; con todo esto de la informática, los juegos de consola y los móviles, los chiquillos están pendientes de otra cosa, así que el futuro de este deporte lo veo un poquito comprometido a largo plazo”, indica. En La Palma existen tres clubes en la zona del Valle de Aridane y otros tres en Santa Cruz de La Palma, que suman unos 300 socios y 10.000 palomas. 

“La colombofilia tiene mucho arraigo en toda Canarias y en la Isla hay mucha afición”, sostiene. “Antiguamente, en los años cincuenta o sesenta, llevaban las cajas de palomas a los partidos de fútbol a Bajamar y cuando marcaba el Mensajero les ponían una cinta roja y la soltaban, y al llegar al palomar ya las mujeres sabían que había marcado el Mensajero; si la cinta era blanca, el gol era del Tenisca”, cuenta.

Las palomas también le han servido a Alonso Lugo para mantener una estrecha relación con Cuba, que lo ha convertido en socio de honor –hay solo tres en España- de la Federación Cubana de Colombofilia, una distinción que conlleva “entrada diplomática” en la isla caribeña. “Soy como un embajador de Cuba en Canarias; las palomas me han abierto puertas a nivel internacional”, dice. Como hecho anecdótico cuenta que tuvo un ejemplar macho que le regaló Fidel Castro a un amigo común cubano y éste, a su vez, se lo regaló a él. “Le puse de nombre Fidel Castro; ya murió, y ahora tengo una hija”.


Alonso mantiene diariamente una tertulia con otros palomeros, y a estas alturas del año ya están planificando las competiciones, que comenzarán después de Navidades. “Estar aquí un día esperando las palomas de viaje es lo máximo, tenemos todos emisora y estamos en contacto; cuando compañeros de Fuencaliente me dicen que las han visto pasar, ya sé que en 20 minutos están en el palomar”. 

Vive con desbordante emoción el regreso. “Recuerdo que en un derbi –modalidad de suelta de una paloma sola- de Las Palmas, que es muy difícil, llegué al palomar por la tarde-noche porque no había llegado el macho bronceado que mandé; ya me iba, y me llamó un compañero para preguntarme cómo me había ido el concurso, me quedé hablando un rato y, bendita llamada, porque ya de noche llegó. Me quedé cortado, no me podía mover, a esa hora el macho no tenía por qué haber llegado, hizo el esfuerzo y yo, si me voy, no lo hubiese visto. Pudo participar en el concurso porque la hora límite de llegada eran las 22.00 horas”, detalla.

Otro recuerdo inolvidable para este colombófilo fue “cuando me llegó una paloma de Sakura, de África, la única que vino de toda la Isla; regresó al tercer día -tenía un plazo de cinco- y cuando salí del trabajo y la vi en el palomar, me tuve que sentar de la emoción, te da un subidón de adrenalina que te cambia todo, pareces que te vas a caer al suelo”.


Las palomas mensajeras de Canarias realizan rutas interinsulares y con el continente africano. “La última suelta, la más lejana, la hacemos en Casablanca, a más de 1.000 kilómetros de distancia y con diferencia horaria”. El récord del mundo de vuelo marítimo está en La Palma, en Los Llanos de Aridane, recuerda. Las palomas, explica, “se orientan por campos magnéticos; tienen una especie de pequeño GPS en la cabeza en forma cristalitos, por eso el fenómeno que más pérdidas de aves ocasiona -más que los temporales de viento y la calima- son las descargas eléctricas en la atmósfera, y también las explosiones solares que forman las auroras boreales”. 

“Incluso el día después de una tormenta eléctrica, aunque sea luminoso, no se pueden volar palomas porque todavía hay magnetismo en la atmósfera y se pierden”.

Alonso Lugo, director artístico de la Danza de Los Enanos, pasa horas y horas abstraído en su palomar, desde el que se divisan las instalaciones de otros colombófilos de edificios cercanos y bandadas de palomas que sobrevuelan continuamente la ciudad. Allí tiene bien ordenados los estadillos con todos los datos de sus aves, desde las características de cada ejemplar (color, sexo etc.,) hasta los viajes que ha realizado, las distancias recorridas o el número de anilla. Dispone de esta información también en soporte digital.


 A pesar de que lleva más de medio siglo sufriendo con estas aves, todavía no se ha acostumbrado a su pérdida. “Son mucho años y lo tengo más asimilado, procuro tomármelo con tranquilidad, pero si la paloma no llega estoy un par de día mal, no me dan ganas de comer ni de dormir”. “Ahora, entre Los Enanos y las palomas no tengo tiempo para nada”, concluye.



Esther R. Medina - S/C de La Palma

 Saludos a los colombófilos de Las Palmas.


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sábado, 2 de diciembre de 2017

Palomas con GPS incorporado.

YA ES UNA REALIDAD COMÚN
Palomas mensajeras con GPS 
incorporado volando en bandada.

Al respecto ya varios colombófilos están experimentando a fin de determinar realmente lo que la paloma hace para llegar...que considera...que evita...en fin.



Piensa en una bandada de pájaros, te los imaginas volando en formación en V para ahorrar energía. Piensa en una bandada de palomas, las recordarás erráticas, casi caóticas. Quizás ya lo sepas, pero resulta que consumen más energía volando en bandada que al volar en solitario, como han demostrado investigadores de la Universidad de Londres que han colocado un GPS y un acelerómetro en una serie de palomas mensajeras con objeto de seguirlas en vuelo en tiempo real. Algunas palomas en las bandadas tienen que acelerar hasta 2 g, duplicando su peso corporal y cuadriplicando su consumo energético. 

Además, muchas tienen que incrementar su frecuencia de aleteo al volar cerca de las otras lo que dificulta su aerodinámica e incrementa la energía que necesitan para volar.

Si supone un gasto energético grande, ¿por qué vuelan las palomas en bandadas? Los autores del estudio ofrecen datos pero sin respuesta. Varias hipótesis se han sugerido, como que volar en bandadas incrementa la coherencia social en el grupo, o como que puede ser una arma para luchar contra los depredadores. O incluso que lo hacen para “competir” entre ellas (poner a prueba y ejercitar su locomoción y sus técnicas de control del vuelo). Nadie sabe la respuesta correcta, pero lo que está claro es que volar en grupo supone un gasto energético adicional que debe tener alguna compensación adaptativa o evolutiva. 



Futuros estudios tratarán de encontrar la respuesta. Nos lo ha contado Geoffrey Spedding, “Aerodynamics: The cost of flight in flocks,” Nature 474: 458–459, 23 June 2011, haciéndose eco del artículo técnico de James R. Usherwood et al., “Flying in a flock comes at a cost in pigeons,” Nature 474: 494–497, 23 June 2011. Por cierto, ya hablamos de palomas y mochilas, muchos recordaréis mi entrada “Publicado en Nature: Un GPS en la minimochila de cada paloma permite estudiar la dinámica jerárquica de la toma de decisiones en vuelo,” 8 abril 2010.


Sobre este tema ya hace algún tiempo también José Ledesma
nos demostró con el siguiente video que las referencias si bien es cierto las considera las palomas dada su gran vista que agregada a su memoria hacen el conjunto que las ayuda a orientarse.




Aquellos ejemplares considerados como líderes de la bandada suelen ocupar los primeros lugares, concluyeron científicos húngaros


Un estudio científico en Hungría concluye que las aves, especialmente las palomas, vuelan dentro de las bandadas en posiciones que podrían representar su posición jerárquica en el grupo.

Un estudio de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest (Hungría) que se publica en la revista “Nature”, demuestra con claridad la organización del movimiento dentro de las bandadas de aves.

Los autores siguieron al líder y anotaron cuánto tiempo demoraba en seguirlo el resto de las aves después de un cambio de dirección.

CORRELACIÓN UBICACIÓN-JERARQUÍA

Descubrieron que la posición espacial en la que se situaba un ave dentro del grupo se asociaba con su lugar en la jerarquía. Los investigadores confirman que las aves situadas al frente del conjunto son muy propensas a ser también las líderes.

Los científicos, dirigidos por Tamás Vicsek, utilizaron dispositivos GPS de peso ligero para seguir los movimientos de palomas mensajeras en grupos de alrededor de 10 para conseguir información sobre las estrategias de orientación de las aves.




Los autores también señalan que las aves tenían una preferencia por la visión con el ojo izquierdo. Esto significaba que las aves situadas a la derecha probablemente eran más inferiores que las aves a la izquierda ya que utilizaban su visión izquierda para seguir los movimientos.

Concluyen que, en las bandadas que son lo suficientemente grandes para permitir interacciones entre parejas, las relaciones líder-seguidor parecen producirse de forma consistente.

También apuntan que esta conducta tiene el potencial de trasladarse a grupos más grandes de aves e incluso a animales diferentes.

...veremos como se avanza....tema interesante a no dudar....

....los avances técnicos son imperativos.


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