VIDEO NP

domingo, 22 de junio de 2014

Herlan Varona CUBA

Herlan Varona 


Desde el año 1979 me dedico ininterrumpidamente a la cría de palomas mensajeras, y a partir de 1990 comencé a hacer mi propia línea, basada en palomas procedentes de las cultivadas por los destacados colombófilos Sres. Juan Pulido Ledesma y Francisco “Paco” Alonso respectivamente; cuyos cultivos, a su vez, proceden de las mejores estirpes que han existido en Cuba y que forman parte de la actual mensajera cubana.

Siempre me he preocupado por tener buenas palomas y he buscado incansablemente la mejoría de mi palomar; pero resulta difícil, sobre todo para los que comienzan en la colombofilia, darse cuenta de la necesidad de hacer una línea de palomas. Hay quienes tienen muy buenas palomas, pero no una línea, y logran resultados excelentes con un pequeño grupo de estas a cambio de la perdida, año por año, de una gran cantidad de ejemplares, debido a que al tener varios orígenes y tamaños diferentes, no se logra una uniformidad en el equipo de vuelo y por tanto resulta imposible ponerlas a todas en “forma”, ya que tienen características distintas y el sistema de entrenamiento empleado puede ser bueno para unas, pero no para otras.


En Noviembre de 1990 me sucedió algo muy interesante que marcó el inicio para mí de una nueva etapa dentro de la colombofilia, pues este hecho me hizo despertar del error en que me encontraba y me ayudó a darme cuenta de que había estado equivocado teniendo palomas de muchos colombófilos, que aunque eran buenas palomas, no tenían uniformidad ni de orígenes ni de tamaño y forma, lo cual me hizo tomar conciencia de la necesidad de hacer mi propia línea de palomas partiendo de lo mejor que tenia en ese momento en mi palomar.
Para suerte mía, recibí la grata visita, por primera vez a mi palomar, de mi amigo Juan Pulido Ledesma, que un año antes había conocido en La Habana. A él no le gustaron mis palomas, razón que me causó asombro, porque la mayoría de estas procedían del palomar del Campeón de Camagüey por aquel entonces y no esperaba que no le gustaran. Cuando le pregunté, a la vez que le enseñaba algunos ejemplares, me dijo que no había uniformidad de colores, ni de tamaño, que eran muy grandes en su mayoría y que no tenían todas buenos orígenes, ni pedigrí; por lo que debía seguir mejorando mis palomas.


Como siempre he sido receptivo a los consejos de los mayores y más experimentados, rápidamente tomé conciencia de lo que me dijo y me percaté de que tenía que hacer una línea de palomas, donde todas tuvieran ojos bonitos y vivos, buen plumaje con predominio del color empedrado oscuro, empedrado borroso y azules; partiendo de solo un excelente macho y tres hembras, que sin dudas, eran las únicas palomas que tenía de excelente calidad y que reunían todas las características que mi exigente gusto pedía y buscaba.
Así fue como comencé a hacer mi propio cultivo partiendo de pocas palomas, pero con un origen muy probado, procedentes, por suerte para mí, de las mejores estirpes existentes en el país, y que pensando en aquellos que comienzan, o en los que se quieran decidir a hacer lo suyo propio, pongo en conocimiento de todos con el propósito de lograr contribuir al mejoramiento de sus palomares.
No pretendo hacer una historia muy larga, ni profundizar en genética, sino mas bien, ir poniendo ejemplos y explicar lo que hice, de manera que cada cual pueda hacerse una mejor idea de cómo se puede emparejar un palomar en todos los sentidos y al final lograr hacer una línea de palomas mensajeras con características determinadas que identifiquen lo que hemos hecho con un sello muy propio.

(amigos)

Cuando me plateé hacer mi línea, solo tenía el Macho Empedrado Oscuro 27324-81/85 de ojos color amarillos intensos, que era hijo del 12852-76 Macho Empedrado Oscuro (Hijo de la 2637-70 Empedrada Hembra, hermana del “Cabito”) y la 1661-75 Hembra Empedrada “La Ardilla”, que a su vez era hija del famoso 351-73 “El Cabito”, por lo tanto el 27324-81/85 era hijo de primos hermanos. Las hembras que poseía eran la 33838-87 Empedrada Clara de ojos color perlados, que era hija del 9673-83 Macho azul (hijo del 1181-74 macho azul “El Plano” y la 1915-75 hembra azul, prima hermana del “Cabito”) con la Empedrada Hembra 12832-76/84; la Hembra 10069-85/87 Empedrada Clara de ojos color rosa, que era hija del 0357-79 Macho Azul (hijo del 1181-74 macho azul “El Plano” y la 1915-75 hembra azul, prima del Cabito) con la Hembra Empedrada Clara 22734-80 ( hija del 8-76 Macho Empedrado Oscuro, hermano del 12852-76 y la Hembra 1661-75 “ La Ardilla”). La tercera hembra procedía de las palomas de Paco Alonso y se murió repentinamente, quedándome de ella solo un hijo: el 25759-88 Macho Empedrado Oscuro de ojos color rosa. De la unión del 27324-81/85 con la 33838-87 tenía también al 18055-90 Macho Empedrado oscuro de ojos color fresa intenso, que lo destiné a la reproducción después de haberlo competido y ver sus cualidades.

En 1991 adquirí la Hembra Empedrada Oscura 7818-82 de ojos color violeta. Esta hembra tenía unas condiciones formidables y fue la que vino a redondear lo que ya estaba empezando a hacer. Era hija del 20507-80/81 Macho Empedrado con la Hembra Empedrada 9532-81, ambas procedían del palomar de Juan Pulido y eran descendientes de la 2637-70 (hermana del Cabito); de la 174-58/67 Empedrada Madre del “Cabito”; de la 1661-75 hija del “Cabito” y de la 11762-72 Hembra Empedrada Oscura que era hija y nieta del 2415-61 Mosaico Macho, padre del “Cabito”.
Como se puede apreciar, todas las palomas con las que inicié mi cultivo estaban muy estrechamente emparentadas, debido al trabajo consanguíneo que ha realizado el Sr. Juan Pulido Ledesma; pero en mi caso particular estas fueron las únicas palomas con las que contaba y tuve que arreglármelas para hacer mi palomar haciendo uso, de forma obligada, de la consanguinidad, algo que en aquel momento no conocía ni había experimentado nunca, y que ahora, a lo largo del tiempo, agradezco haber tenido que pasar por esta experiencia; porque la consanguinidad es, en mi humilde opinión, la única forma y la manera mas segura de hacer una línea de palomas manteniendo las características fenotipicas (externas) y genotípicas (internas) de los principales animales tomados como base del cultivo en cuestión que se esté trabajando.

Partiendo de lo que tenia en ese momento apareé el macho 27324-81/85 con la hembra 7818-82 y de esta formidable unión nacieron tres ejemplares que fueron destinados a la reproducción, ya que al conocer los orígenes y tradición competitiva de alta calidad de donde procedían los padres, además de la necesidad de ampliar mi cuadro reproductor, no era necesario arriesgarlos en vuelo. Aquí nació el 14807-91 Macho Empedrado Oscuro de ojos violetas, que ha sido un extraordinario reproductor con hijos premiados en fondo a distancias entre 830, 870 y 920 Km. respectivamente, con diferentes hembras a las que ha sido apareado; el Macho Empedrado Oscuro 142355-84/92 de ojos amarillos y la Hembra Empedrada Borrosa 142354-84/92 de ojos color violeta, quienes se convirtieron en grandes reproductores y pilares importantes de mi palomar, que poco a poco se venía formando. De la unión del 27324-81/85 con la hembra 33838-87 nacieron el 30520-95 Macho Empedrado Oscuro de ojos color fresa (padre de la mejor hembra de Cuba en la Exposición del año 2002, premiada a 720 y 825 km.) y la 14361-97 Hembra Empedrada de ojos perlas, entre otros, que lo mismo competían bien que reproducían. El macho 14807-91 lo apareé varias veces con la 33838-87 de la cual nacieron la Hembra Empedrada Oscura 16061-91/92 de ojos fresas intensos, el 14180-98 Macho Empedrado Oscuro de ojos color perlas, el 7520-84/92 Macho Empedrado Oscuro de ojos color fresa intensos, el Macho Empedrado Claro 4610-92 de ojos color fresa intensos, entre otros; los cuales según se iban destacando en las competencias los iba destinando a la reproducción.


En el mismo año 1991 me fue obsequiado por el amigo Sr. Mario Lemagne Domínguez el Macho Azul 14825-91 de ojos color amarillos, que era altamente consanguíneo al “Cabito” por sus cuatro abuelos y que fue un extraordinario reproductor. De la unión de este macho con la hembra 7818-82 nació la Hembra Tacheté 4609-92 de ojos color amarillos intensos, que ha sido la mejor paloma que he tenido en mi palomar en todos los tiempos; siendo una estrella lo mismo como voladora que como reproductora; la que fue apareada con el macho 30520-95 logrando excelentes ejemplares para competir y con el macho 14807-91 buscando el triángulo a la hembra 7818-82, produciendo magnificas reproductoras.
Como por esta fecha, alrededor de 1992, ya contaba con un mayor número de reproductores, me dispuse a empezar a unir los ejemplares de la mejor forma posible para ir logrando lo que mas tarde he llamado: “Mis palomas”.


Particularmente no me gustan los extremos, por lo que considero importante aclarar que, según lo requieran las circunstancias, los apareamientos deben ser lo mas abierto posible dentro de la misma familia de palomas si son para competir; pero si lo que se desea es conservar la estirpe de algún extraordinario reproductor, entonces se deben cerrar lo mas posible las líneas para así lograr ejemplares lo mas parecido posible a sus ancestros.
Dentro de la consanguinidad mas abierta, con fines competitivos, he utilizado la unión de tíos con sobrinos, primos con primos y entre medios hermanos (conocida como al “Triángulo”); esta última, según nos describe el inolvidable Dr. Pérez Lerena en su obra titulada “Contribución al estudio del apareamiento en triángulo como medio de cultivo de la Paloma Mensajera”, puede ser utilizada lo mismo para competir que para la reproducción.


Para la consanguinidad más cerrada, con fines reproductivos, he utilizado la unión de padres con hijos, que la he continuado hasta la unión de padres con hijos y nietos; y padres con hijos, nietos y bisnietos; aunque se puede llevar hasta lograr el Chozno, que sería la quinta generación de este apareamiento. Puedo citar como ejemplos a la 16800-98/00 Hembra Empedrada Clara de ojos perlados que es hija y nieta de la 33838-87 Empedrada Clara, base de mi palomar, y al 1963-93/96 Macho Empedrado que es hijo, nieto y bisnieto del 27324-81/85 Macho Empedrado Oscuro, que es el árbol principal de mi cultivo. También se puede unir abuelos con nietos como el Macho Azul 23745-00 de ojos rosa, hijo de la 33838-87 con su nieto el 33434-95 Macho Azul, y la ya mencionada unión entre medios hermanos donde he logrado la Hembra Empedrada 30504-95 que es hija del 14807-91 Empedrado Oscuro con la Hembra 4609-92 Tacheté. Aclarando que esto se hace indistintamente para cada sexo, pero en los machos me ha sido más fácil hacer la consanguinidad a niveles más profundos o cerrados, sin ningún problema reproductivo, que sí han ocurrido con algunas hembras.


Considero que hay momentos en que se hace necesario en el cultivo de alguna determinada estirpe de palomas introducir algún que otro ejemplar para refrescar alguna línea muy cerrada de consanguinidad, porque se ha observado la pérdida de alguna de las principales característica de esta, como pueden ser la vivacidad, calidad competitiva, el tamaño y sobre todo la cabeza de los machos que en algunos casos pueden aparentar caracteres de hembra, lo cual es una señal de que no se están haciendo bien las cosas, o de que se ha llegado al límite y se hace necesario corregirlo para evitar que pierda valor nuestro cultivo; o porque sencillamente se desea seguir mejorando lo que se tiene con el objetivo de acercarnos mas al ideal de paloma mensajera que cada colombófilo desea tener según sus propios gustos y preferencias, lo mismo de colores de plumaje, que de ojos, que distancias a viajar, etc. Pero esto no quiere decir que sea necesario constantemente introducir ejemplares en nuestros palomares como si fuera alguna fórmula matemática que esquemáticamente debamos cumplir.


Una manera de abrir nuestro cultivo, dentro de la propia línea, sería introduciendo, de vez en cuando, alguna paloma que tenga los mismos orígenes que las nuestras, para así refrescar con algo muy similar a lo que se tiene y así evitar que se nos vaya de las manos nuestro trabajo, a la vez que logramos fortalecer nuestra línea oxigenando su sangre con ejemplares de un tronco común, parecido al nuestro, pero cultivados por otras manos, a veces más expertas que las nuestras; que en mi caso utilicé el Macho Empedrado 52412-89 de ojos color amarillos que me fue obsequiado por mi amigo Sr. Juan Pulido Ledesma, y que ha sido un gran reproductor dando excelente ejemplares como el famoso 49849-91 Macho Empedrado conocido como “El General” del Sr. Omar Castillo de la ciudad de Matanzas, y que era hijo del Macho Pinto 27338-81/85 (el “Chozno del Cabito”) con la Hembra Empedrada 8204-81 (hija de una sobrina del Cabito con un macho de Paco Alonso, el 8681-73/75 Empedrado, 1er Premio desde Baracoa a 870 km.). Este magnífico reproductor fue apareado con las hembras 4609-92 y 142354-84/92 produciendo destacadas palomas tanto en vuelo como en la reproducción, en los que descansa actualmente una parte importante de mi palomar.


Si se desea abrir completamente las líneas más consanguíneas que tengamos podemos introducir algún ejemplar de otra línea que no tenga nada que ver con la nuestra, pero que sea de una calidad igual o superior a la que tenemos, y además, se parezcan fenotipicamente para evitar se rompa el equilibrio de talla y morfología y no se pierda el prototipo que se haya logrado cultivar. Para esto he utilizado ejemplares del cultivo Stassarts que también me fueron obsequiados por mi amigo Sr. Juan Pulido Ledesma y que he llevado de forma paralela a mi línea base para cruzarlas con las de consanguinidad mas cerrada y luego regresar a mis principales orígenes.


Por otra parte, es importante aclarar, para aquel que lleve durante muchos años un trabajo serio de cultivo de su propia línea de palomas mediante el uso de la consanguinidad y desea introducir algún nuevo ejemplar en su colonia, debe hacerlo para mejorar lo que ya posse; y para esto se debe asegurar que dicho ejemplar, que va a ser introducido, tenga iguales o mejores condiciones que las suyas propias, porque de lo contrario no tendría sentido hacerlo.
Algo muy importante es que cuando se desea introducir algo nuevo en nuestros cultivos debe tenerse muy en cuenta dos cosas: que el ejemplar sea muy parecido externamente a las nuestras para evitar que se rompa el equilibrio de tamaño y forma de nuestras palomas, o que la misma proceda de un origen común a las que poseemos para así refrescarlas con algo muy similar a lo que se tiene.


Podemos resumir todo lo antes expresado diciendo que es importante para cada colombófilo tener su propia línea de palomas, para luego intercambiar con otro que haya hecho lo mismo, buscando incansablemente la mejoría de nuestras palomas, ya que al chocar dos líneas muy consanguíneas aumenta el vigor, vivacidad, resistencia y valor competitivo de los ejemplares que resulten de esta unión.
Que la única forma que existe para hacer una línea de palomas es mediante el uso de la consanguinidad, y que no hay que tenerle miedo a esta, porque solo fija caracteres, buenos o malos, por lo que el colombófilo debe ser muy observador para darse cuenta de los defectos y las virtudes de cada ejemplar o línea en particular y poder hacer una constante selección. Una vez que se logre hacer un cultivo con determinadas características, esto nos ayudará a conocer mejor lo que se tiene, y por tanto, nos será más fácil lograr poner en “forma” nuestras palomas; con un sistema adecuado de entrenamiento y alimentación.


Al ir conociendo mejor cada familia de palomas nos facilitará mantenerlas durante años, sin necesidad de comprar e introducir continuamente otros ejemplares, sabiendo lo que nos hace falta, y cuando es necesario buscarlo; además de saber en cual distancia se destacan más y cuando están o no en condiciones óptimas para un determinado concurso.
Cuando logramos que en un palomar todas las palomas estén emparentadas enseguida al visitante le llamará la atención la uniformidad de estas, ya sea de calidad, de tamaño, color de plumaje, color de ojos, o de todos los caracteres inclusive. Entonces, habremos logrado un palomar de prestigio.



Una cuestión final: ¿Porqué el pedigrí es tan importante?
   Por que el criar es un juego de números. Si el pedigrí recoge muchos ganadores entre los antecesores, las probabilidades de obtener palomas ganadoras entre sus descendientes será mayor. Es una hecho aceptado que es mejor (las posibilidades de éxito mejoran), criar con una paloma de calidad inferior a la media de sus parientes y que proceda de una familia con buen palmarés que confiar en una paloma que está por encima de la media de su familia y que proceda de una familia mediocre.
   Para aquellos que quieran criar palomas mensajeras ganadoras, por consiguiente, primero, ir a la familia, averiguar si hay palomas ganadoras (y contra cuantas y en qué competición consiguieron ganar!)  entre los familiares más próximos. Entonces, proceded a seleccionar de acuerdo a los rasgos físicos, teniendo cuidado de que las cualidades mentales nunca se pierdan.


Por: Herlán J. Varona Socias.


____________________